Alta Via Stage Race
Mi amiga Ilda
Pereira me habló sobre esta carrera y muchos meses antes decidí incluirla en mi
calendario para este año, pero tan solo unas semanas antes me puse a mirar los
perfiles y me quedé asustado, ninguna etapa de las 8 bajaba de 2000 metros,
bastantes pasaban de los 3000 metros de acumulado con un montón de sendero, así
que me preparaba para una carrera dura, muy dura, pero aun así nada comparado
con lo que vivimos.
Dos semanas antes
había terminado la carrera de Namibia, en la que fui a tope, por lo que en las
dos semanas del medio solo intenté descansar y curar un catarro que me agarró
bien, pero aun así el cansancio no desaparecía.
La primera etapa
era el Sabado por lo que el Jueves por la noche volamos hacía Pisa para
comenzar la aventura, pero la aventura comenzó antes de lo esperado ya que mi
bici y todo lo que iba en la caja, ropa, alimentación, zapatillas (Todo!!) no
llegaron en el vuelo, se suponía que podría llegar al día siguiente.
El viernes día de
turismo por las bellas tierras alrededor de La Spezia y por el parque de las
Cique Terre, localidades como Lerici, Riomaggiore, Manrola, verdaderos paraíso y
pueblos que parecen salidos de un cuadro, incluidos habitualmente en la lista
de pueblos más bonitos y pintorescos del mundo.
Mientras hacíamos
turismo y viendo que no recibía la confirmación de que mi bicicleta llegaría
por la noche, me puse en contacto con la organización quienes hablaron con la
tienda de la localidad de la que partía la carrera para que me alquilasen una
bici si la mía no llegaba.
A las 7 de la
tarde llegamos a Ricco del Golfo desde donde partía la carrera al día
siguiente y me fui hacia la tienda local
a arreglar el tema de la bici ya que la mía estaba comprobado no llegaría.
Gracias a Yuri que en tan solo unos minutos me preparó una bici totalmente
nueva, una Focus de gama baja, más de 15 kilos, horquilla de muelles, sin
tubeless pero que al fin y al cabo dentro de lo malo me permitiría por lo menos
poder tomar la salida y disfrutar del recorrido, pero no solo era la bici, hubo
que comprar equipación, zapatillas, repuesto, etc etc etc…
Desde ese momento
el chip de carrera cambió y me plantee que lo mejor que podía hacer era salir
a disfrutar todo lo que pudiera aunque no fuera mi bici.
Por la noche ya
dormimos en el campamento y la organización nos deleitó con una suculenta cena
a base de pasta y carne asada para coger fuerzas para el día siguiente.
Por la mañana
salida de la primera etapa y calentamiento con mi nueva bici, el GPS no entraba
bien en el soporte que habíamos puesto y mientras intentábamos fijarlo pasó lo
peor… la pantalla del GPS cascó, por lo que a 5 minutos de la salida vi que
además de no ir con mi bici, mi ropa etc, me acababa de quedar sin GPS en una
carrera que estaba sin marcar. He de reconocer que en ese momento me dieron
ganas de dejarlo todo y marcharme a la playa, cuando todo se pone en contra no
hay mucho más que se pueda hacer, pero
no, decidí salir y ver hasta dónde podía llegar y si por lo que fuera me
resultaba difícil había pensado tirar por carretera o como fuera hasta el final
de etapa, pero el objetivo era andar en bici por esta bella tierra.
Comenzó la etapa
con mucha subida pero por buen terreno, y la Focus se comportaba bien, con bastante peso y poco desarrollo
pero bueno, hacía su función me permitía seguir en carrera. Pero poco a poco se
fue complicando hasta que acabamos con un porteo de casi 1 hora, y los senderos
cada vez eran más complicados y técnicos, eran solo 55 kms pero tardé más de 6
horas con una última bajada casi de enduro que tuve que hacer toda desmontado
ya que mi Focus no daba para más y yo tampoco, y llegué a meta andando ya que había pinchado las dos
ruedas. He de reconocer que en ese
momento dije que abandonaría la prueba, que si al día siguiente el recorrido
era igual, yo abandonaba, n me sentía con fuerzas ni con ganas de continuar, no era mi tipo de carrera y las
circunstancias no ayudaban.
Después de un
baño reparador en la playa de Levanto y una suculenta cena a la mañana
siguiente decidí salir pero solo hasta donde me apeteciera ya que era una etapa
larga y dura 81 Km y 2600 metros. Poco a
poco parece que fui entrando en situación, un comienzo neutralizado y primer
puerto por asfalto para luego coger bellos senderos en lo alto, con algunos
tramos desmontado y bastante rompe piernas pero parece que empecé a disfrutar
un poco más y pensé que ya que estaba allí lo mejor que podía hacer era
continuar a mi ritmo.
Lo que peor
llevaba era la falta de GPS ya que cuando me quedaba solo resultaba difícil
saber hacia donde tenía que tirar en los cruces, desarrollé una especial
habilidad para el rastreo fijándome en las rodadas de los corredores que me precedían,
pero no siempre funcionaba, cuando llegábamos a asfalto ya no había rodadas que
seguir por lo que tenía que sentarme y esperar al siguiente corredor para ir
con él y que me dijera por donde era, gracias a eso hice muchos amigos.
A partir de ahí
la ruta fue poco a poco cambiando de un paisaje más marítimos, siempre con el mar
visible en la distancia, bordeando la ciudad de Génova, y etapa tras etapa
preciosos senderos , técnicos, muy técnicos, bajadas tipo enduro, y preciosos
collados contemplando el mar allí abajo para irnos dirigiendo a los Alpes y
alejándonos del mar, con un paisaje más majestuoso hasta llegar poco a poco a la penúltima
etapa.
Esa 7ª etapa
estará grabada durante mucho tiempo en mi retina . Por la mañana despertamos en
el refugio de Pian dell’Arma por encima de un manto de nubes que se extendía
por debajo nuestro. En la etapa con aproximadamente unos 3000 metros de
desnivel subiríamos al pico más alto de Liguria, un recorrido con vistas
maravillosas a los colosos alpinos franceses a la derecha, unas moles de piedra
impresionantes mientras nosotros subíamos cada vez más, con algunos tramos de
porteo, y otros duros de sendero, pero siempre por un paraje de belleza
incomparable.
He hecho muchas
pruebas pero he de decir que escénicamente esta es sin duda la de mejor
paisajes y vistas , también la más dura, por metros de desnivel y por terreno,
extremadamente técnica y terreno muy duro y pedregoso.
El último día una
contrarreloj de 25 kms, 12 de subida y 12 de bajada con 1000 y pico metros de
desnivel ponía el colofón a esta edición de la Alta Via Stage race, una carrera
que al principio pensé nunca acabaría por las dificultades surgidas, una
carrera a la que el último día aseguré que no volvería ya que no es mi tipo de
carrera, pero que a medida que van pasando los días me animo más a volver a ir
porque al final lo que nos gusta es la bicicleta y las cosas bonitas, no las
fáciles atrayéndote más aquello que te saca de tu zona de confort.
La organización
pendiente de todo en todo momento, hay que tener en cuenta que esto es una
carrera pequeña donde pocas personas hacen muchas cosas así que hay que ser
comprensivo e intentar ayudar a esta que desde el primer día será tu nueva
familia a sacar adelante la carrera.
Esto es una
carrera dura y bella de verdad, más allá de marketing, más allá de anuncios y
de prefijos como xtrem precediendo al nombre, mountain bike de verdad, a la vieja
usanza, un viaje en bici por Liguria, duro muy duro pero muy reconfortante,
como he dicho una prueba de verdad, más allá del marketing, algo que nadie que
ame la bicicleta de montaña se debería perder.
Brutal Jorge! Tienes razón, a medida que pasan los días te das cuenta de lo dura y bonita que es esta carrera y aunque es agónica en algunos puntos te engancha y acabas echando de menos esa sensación, no tenemos remedio.
ReplyDeleteEnorme mérito el tuyo conseguir acabarla con el handicap de la bicicleta, una muestra de lo importante que es el coco, tanto o más que la forma física, otro en tu situación se va a la playa.
Eres un buen guerrero, saludos!